viernes, 21 de septiembre de 2012

ORACIÓN A NUESTRA SEÑORA DE ITATÍ POR NUESTRAS NECESIDADES

 
 
 
Tiernísima Madre de Dios y de los hombres
que, bajo la advocación de la pura y limpia Concepción
  de Nuestra Señora de Itatí,
miraste con ojos de misericordia por más de cuatro siglos
a todos los que te han implorado,
no deseches ahora las súplicas de este tu hiio,
que humildemente recurre a Tí.
Atiende mis necesidades,
que tú mejor que yo las conoces,
y sobre todo Madre mía,
concédeme un gran amor a tu Divino Hijo Jesús,
y un corazón puro, humilde y prudente,
paciencia en la vida, fortaleza en las tentaciones
y consuelo en la muerte.
Así sea.
 
 
 

NOVENA DEL PADRE PÍO AL SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y DE MARÍA

 
 
 
 
La siguiente Novena la recitaba diariamente el Padre Pío, por todos aquellos que solicitaban sus oraciones.
 
Se invita a los fieles a decirla todos los días, confiando en la intercesión del Santo de Pietrelcina

  

NOVENA AL SAGRADO CORAZÓN 

DE JESÚS Y DE MARÍA


 




I.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “en verdad os digo, pedid y recibiréis, buscad y hallaréis, llamad y se os abrirá”. He aquí que, confiado en tu poder yo busco y te pido la gracia.…
 
 
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

II.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste: “en verdad os digo, todo lo que pidiereis a mi padre en mi Nombre, Él os concederá”.
He aquí que, confiando en tu Palabra divina,
pido al Eterno Padre en tu Nombre la gracia….
 
 
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

III.- ¡Oh Jesús mío!, que dijiste:
“en verdad os digo, los cielos y la tierra pasarán,
más mis palabras no pasarán”.
He aquí que confiado en la infalibilidad de tu Palabra divina, te pido la gracia….
 
 
Padre Nuestro, Avemaría y Gloria.
Sagrado Corazón de Jesús, en Ti confío.

Oh Sagrado Corazón de Jesús,
infinitamente compasivo con los desgraciados,
ten piedad de nosotros, pobres pecadores,
y concédenos las gracias que te pedimos
por medio del Inmaculado Corazón de María,
nuestra tierna Madre.
San José, padre adoptivo del Sagrado Corazón de Jesús, ruega por nosotros.
 
 
 
 
 

NOVENA AL PADRE PÍO DE PIETRELCINA PARA PEDIR UNA GRACIA

 





1- Hacemos la señal de la Cruz.
2- Rezamos el Acto de Contrición.
3- Meditación del día correspondiente.
4- Pedimos la gracia que deseamos.
5- Rezamos la oración de intercesión al San Pío de Pietrelcina.
 
ASÍ REZABA SAN PÍO:
 
 
1º Día
 
 
Quédate conmigo, Señor, porque es necesario tenerte presente para no olvidarte. Tú sabes con cuanta facilidad te abandono.
Quédate conmigo, Señor, porque soy débil y tengo necesidad de tu fortaleza para no caer tantas veces.
 
 
2º Día
 
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi vida y sin ti disminuye mi fervor.
Quédate conmigo, Señor, porque tú eres mi luz y sin ti quedo en tinieblas.
 
 
3º Día
 
Quédate conmigo, Señor, para mostrarme tu voluntad.
Quédate, Señor conmigo, para que oiga tu voz y la siga.
 
 
4º Día
 
Quédate Señor, conmigo, porque deseo amarte mucho y estar en tu compañía.
Quédate conmigo, Señor, si quieres que te sea fiel.
 
 
5 Día
 
Quiero un amor ferviente y profundo.
Quiero amarte con todo mi corazón, aquí en la tierra para seguir amándote con perfección por toda la eternidad.
 
 
6º Dia
 
Quédate, conmigo… me es necesario doblar mis fuerzas a fin de no desfallecer en el camino y para esto tengo necesidad de ti.
Me inquietan las tinieblas, las tentaciones, las arideces, las cruces, las penas… ¡Oh cuánta necesidad tengo de ti!
 
 
7º Día
 
Haz que te conozca, como tus discípulos, al partir el pan. Esto es: que la unión eucarística sea la Luz que disipe las tinieblas, la fuerza que me sostenga y la única alegría de mi corazón…
Quédate, Señor, conmigo, porque cuando llegue la muerte quiero estar unido a ti, si no realmente por la Santa Comunión, al menos con la gracia y por el amor…
 
 
8º Día
 
¡Quédate, Jesús, conmigo!... No te pido tu Divina consolación, porque no la merezco, pero el don de tu santísima presencia… ¡Oh sí, te lo pido!
¡Quédate, Señor, conmigo! A ti solo busco: tu amor, tu gracia, tu voluntad, tu corazón, tu espíritu, porque te amo y no quiero otra recompensa que amar.
 
 
9º Día
 
¡Quédate conmigo, Señor, porque, aunque mi alma sea tan pobre, desea ser para ti un lugar de descanso, un nido de amor…!
Quédate Jesús, conmigo porque se hace tarde y el día declina…
Esto es para esta vida, se acerca la muerte, el juicio, la eternidad…
 
 
ORACIÓN DE INTERCESIÓN
 
 
Bienaventurado Padre Pío, testigo de fe y de amor. Admiramos tu vida como fraile Capuchino, como sacerdote y como testigo fiel de Cristo. El dolor marcó tu vida y te llamamos “El crucificado sin Cruz”.
 
El amor te llevó a preocuparte por los enfermos, a atraer a los pecadores, a vivir profundamente el misterio de la Eucaristía y del perdón.
 
Fuiste un poderoso intercesor ante Dios en tu vida, y sigues ahora en el cielo haciendo el bien e intercediendo por nosotros.
 
 
 
 
 
 
(Pedir la gracia)
 
 
Queremos contar con tu ayuda. Ruega por nosotros.
 
Te lo pedimos por Jesucristo, nuestro Señor.
 
Amén.
 
 
 
 

ORACIÓN A SAN MATEO PARA PEDIR DONES

 
 
 
Asistidnos, Señor,
por los méritos de San Mateo,
vuestro Apóstol y Evangelista,
a fin de que su intercesión
nos procure los dones
que no podemos obtener por nosotros mismos.

Oh, San Mateo apóstol,
tu que hiciste el milagro de resucitar a Ifigenia,
la hija del rey Etíope,
te pedimos que nos ayudes
a conseguir los dones que necesitamos
para hacer nuestra vida más llevadera.
 
Por la intercesión de Dios Padre,
Hijo y Espíritu Santo.
 
Amén
 
 
 
 

ORACIÓN A SAN MATEO PARA UNA PETICIÓN

 
 
 
 
 
Oh Dios todopoderoso,
que has derramado por toda la creación
reflejos de tu infinita belleza y bondad,
haciendo al hombre a tu imagen y semejanza.
 
Tanto amas a quienes se entregan totalmente,
que nos los pones como modelo,
quieres que los veneremos,
y haces innumerables beneficios
y milagros por su intercesión.
 
Por ello y mediante el Apóstol San Mateo
te rogamos nos concedas
 
(mencionar aquí la petición)
 
y que ello sea una mayor correspondencia a tu amor.
 
Amén.

Rezar Padrenuestro, Ave María y Gloria
.
 
 
 
 
 
 
 
 

ORACIÓN A SAN MATEO PARA VENTAS

 
 
 
Glorioso San Mateo,
  tu que eras recaudador de impuestos 
y con la ayuda de Jesús lograste ganar el cielo,
te pido me concedas el milagro
de vender el negocio (o en el negocio)
y te prometo proclamar la devoción hacia ti 
y dar una limosna con parte de la venta del negocio.
asi sea.
Amen.
 
( Rezar Padre Nuestro, Ave Maria y Gloria).




 

ORACIÓN A SAN MATEO PARA NO SER AVARICIOSOS

 
 
 
Señor Dios
que por la boca de tu bendito Hijo
llamaste a San Mateo,
del banco de los tributos,
para que de publicano se convirtiese
en Apóstol y Evangelista;
 
Danos gracia para renunciar a toda avaricia,
y desordenado deseo de riquezas,
y para seguir al mismo Jesucristo tu Hijo,
que en unidad del Espíritu Santo
vive y reina contigo eternamente.
 
Amén.
 
 

lunes, 10 de septiembre de 2012

ORACIÓN A SANTA MARÍA DEL SILENCIO PARA CUANDO NO PODAMOS MÁS




María:
 
¡Qué dolor el tuyo,
el Niño de tus entrañas perdido
al volver de Jerusalen¡
José, tu esposo, creyó que el Niño iba con su Madre,
Esperasteis la noche y el Niño Jesús no apareció.
 
Y tu santa María del silencio
guardabas todas las cosas en el corazón.
¡Qué dolor tan grande para una Madre Virgen!
¡Qué angustia para su padre José
que aceptó libremente la responsabilidad
de ser padre de Dios!
 
Nadie puede imaginar lo que sufristeis como padres
ante aquella trágica noche de paz descorazonada.
 
María:
 
Madre del dolor por el Hijo perdido,
tú sabías el misterio de la redención globalmente,
pero desconocías los pormenores
que ibas aprendiendo
con el tiempo en hechos diversos.
 
Vivíais el misterio sin resolver.
Y los dos sufríais consolándoos mutuamente,
sin que el uno al otro pudiera arrancar
del corazón su propio dolor.
 
Los dos orabais llorando con la fortaleza
de la esperanza del Espíritu Santo.
 
¡Qué angustia! ¡Qué dolor!
 
Y después de largos recorridos lo encontrasteis
sentado en medio de los doctores.
 
Jesús escuchaba atentamente
la explicación de la palabra de Dios.
 
Y todos los que le oían
estaban admirados de su inteligencia y de sus respuestas.
 
María: Tú sabías que tu Hijo era Dios
y estaba obrando bien.
Santa María del silencio:
 
Enséñanos con tus palabras
a quejarnos con amor y confianza,
a desahogarnos con filial esperanza,
y a pedir fuerzas al Padre,
cuando el dolor nos visite de manera inexplicable;
cuando la cruz se nos haga insoportable,
y la prueba se torne ininteligible.
 
Que nuestra queja desemboque,
en una entrega, total y confiada,
a la voluntad de Dios Padre:
 
Padre, hágase tu voluntad y no la mía,
o en tus manos encomendamos nuestro espíritu.
 
Amén.
 
 

ORACIÓN PARA PEDIR FUERZAS A LA VIRGEN MARÍA

 
 
 
 
María:
 
Cuarenta días después del nacimiento de tu Hijo
lo presentaste en el templo
para encontrarse con el resto de Israel,
representado en los ancianos Simeón y Ana
que lo aguardaban con ayunos y oraciones.
 
Allí fue donde también lo presentaste al Padre,
no sólo para cumplir la ley de Moisés,
sino también para que, en su primer acto de culto,
consagrara anticipadamente nuestros templos,
y sobre todo,
para darnos a conocer el nuevo santuario de Dios
que es Jesucristo mismo:
 
Luz para iluminar a las naciones
y gloria de su pueblo, Israel.
 
El nos hace participar en la construcción
de este mismo santuario como piedras vivas,
configurando nuestro cuerpo
como templo del Espíritu Santo.
 
Jesús es la luz verdadera
que ilumina a todo hombre que viene a este mundo;
que nosotros,
imitándote a ti, María, entremos en el templo
llevando nuestra luz pequeña y frágil,
recibida el día de nuestro bautismo
como la misma vida amenazada desde sus comienzos,
pero cálida y luminosa como el amor de Dios
que está en su origen.
 
María: Danos fuerza para que dejemos
que la luz de Cristo nos penetre
y nos transforme,
participando en el banquete de la Eucaristía
a la espera de su vuelta revestido de gloria.
 
Amén.
 
 
 

ORACIÓN A MARÍA MADRE DEL NIÑO JESÚS

 
 
 
 
María:
 
Adoramos al Niño Jesús que llevas entre tus brazos.
Adoramos el misterio que se revela en el establo de Belén
Adorar al Niño-Dios nacido en la pobreza de Belén,
es adorar la persona divina de nuestro señor Jesucristo
que es Dios como el Padre.
 
Adorar al Niño Jesús
es adorar a Dios nuestro Redentor.
 
Cristo, el Niño que tienes entre tus brazos
es la revelación suprema del amor
y de la misericordia de Dios nuestro Padre.
 
Adorar al Niño Jesús
es aceptar la salvación que nos viene dada como regalo.
 
María:
 
Tú eres la madre Virgen por obra del Espíritu Santo.
Tú nos ofreces el misterio del Niño-Dios
para que lo acojamos y aprendamos a guardarlo
en el corazón, siguiendo tu ejemplo.
 
José, tu esposo, protege tu maternidad virginal
y tutela paternalmente al Niño Jesús.
 
Él nos enseña a custodiar y defender la vida de la gracia.
 
Los ángeles anunciaron la gran alegría
para todo el pueblo y alabaron a Dios
Queremos unimos a su canto de alegría,
de alabanza y de acción de gracias.
 
Nosotros queremos ser como los pastores:
Sencillos, humildes, y pobres,
queremos ser los primeros en recibir la Buena Noticia
para ser presurosos en el camino
para adorar a Niño-Dios, Jesús nuestro Salvador.
 
Que ellos nos enseñen a dejar nuestras instalaciones
y para ser pobres
y sencillos de corazón
y salir al encuentro del Niño Jesús en Belén,
que es salir al encuentro de Dios.
 
Madre de Dios en Belén:
Gracias por tu entrega total a Cristo tu Hijo
siguiendo la voluntad del Padre
en el amor del Espíritu Santo.
 
Amén.
 
 

ORACIÓN MARÍA BENDITA ENTRE TODAS LAS MUJERES

 
 
 
 
María: Gracias a tu "Sí"
Cristo entró en la historia de los hombres.
 
¡Bendita tú entre las mujeres!
 
Tú recorriste los diversos caminos de los hombres
siendo portadora del misterio del Verbo de Dios,
hecho hombre por obra del Espíritu Santo
al calor de tu corazón.
 
Te pusiste en camino hacia la casa de Zacarías
para ayudar a tu parienta Isabel
que estaba a punto de dar a luz
a Juan el Bautista o el Precursor.
 
Saludaste a Isabel y Juan
saltó de gozo en el vientre de su madre,
como recibiendo una confirmación
en la misión de preparar los caminos al Señor.
 
¡Bendita tú entre las mujeres!
 
Tu prima Isabel se llenó del Espíritu Santo y te gritó:
 
 
¡Bendita tú entre las mujeres y bendito el fruto de tu vientre!
Isabel recibió la gracia de reconocer al Salvador
que llevabas en tu vientre:
 
 
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor?
Isabel te proclamó bienaventurada
y anunció la gran alegría:
 
¡Dichosa tú, que has creído!
Porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá.
 
Nosotros te repetimos constantemente:
 
¡Bendita tú entre todas las mujeres
y bendito el fruto de tu vientre, Jesús.!
 
Tú eres la más bendita entre las mujeres
porque Dios te ha colmado de todas las gracias
que necesitas para ser la Madre de Dios.
 
Enséñanos a ser fieles a la alegría y al amor
que Jesús-Niño no nacido nos ofrece
en tu visita a santa Isabel.
 
Enséñanos a ser portadores de este mensaje
en un tiempo donde reina la cultura de la tristeza
y el desamor.
 
Amén.
 
 
 

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