Señor todopoderoso, postrado ante tu altar te pido lleno de fe que bendigas mi salario que honradamente me gano con el sudor de mi frente y hagas que me rinda y se multiplique como lo hizo tu hijo Jesús, aquella vez que de un cesto donde solo había tres peces, milagrosamente se multiplicaron y se pudo dar de comer a todos los que escuchaban la palabra de tu Hijo.
De esa manera, yo te pido, gran Dios que hagas que mi dinero rinda y se multiplique para poder darle a mis hijos el pan de cada día.
Amén