Que la Divina Providencia,
que es como decir el amor de Dios,
te puso en el trance de morir crucificado
a la derecha del Señor.
Te suplico que intercedas por mi
ante Dios Nuestro Señor
para que humille el corazón
de la persona que me ha robado,
y que me devuelva mis bienes
aunque sea sin que nadie se de cuenta.