Tú eres esplendor
que no ensombrece la luz de Cristo,
que no ensombrece la luz de Cristo,
porque vives en él y para él.
Todo en ti es ‘si’:
Tu eres la Inmaculada,
eres transparencia y plenitud de la gracia.
eres transparencia y plenitud de la gracia.
Aquí estamos, pues, tus hijos,
para buscar amparo
bajo tu materna protección
e implorar confiados tu intercesión
ante los desafíos ocultos del futuro”
a los niños que aún no han visto la luz
y a los que han nacido en medio
de la pobreza y el sufrimiento;
a los adolescentes rebeldes;
a los jóvenes en busca de sentido,
a las personas adultas que no tienen empleo
y a las que padecen hambre,
a los adolescentes rebeldes;
a los jóvenes en busca de sentido,
a las personas adultas que no tienen empleo
y a las que padecen hambre,
olvido, violencia y enfermedad.
Te encomendamos a las familias rotas,
a los ancianos, venerables y patriarcas
que carecen de asistencia
y a cuantos están solos y sin esperanza.
y a cuantos están solos y sin esperanza.
Abre nuestros corazones a la justicia y al amor,
y guíanos hacia una comprensión
recíproca y hacia un firme deseo de paz.
Amén. “