Oh, mi glorioso arcángel San Miguel,
favorito de Dios, príncipe celeste,
Guerrero santificado, mi ángel tutelar!
Yo te pido
con toda humildad,
que escuches mi voz, que atiendas mi plegaria,
que escuches mi voz, que atiendas mi plegaria,
y pongas en mi corazón la dulce paz que ansío.
Yo
no puedo vivir con tranquilidad
y mi alma está llena de inquietud.
Solamente
puedo curar mis males
y alejar mis penas consiguiendo el amor de.
(Aquí se
pronuncia el nombre y apellido
de la persona que deseamos nos ame).
¡OH,
arcángel San Miguel,
príncipe celeste, mi ángel tutelar,
escucha mi voz!