Dios Todopoderoso:
Al comenzar el día de hoy
Encomiendo, mi alma, mi cuerpo,
Encomiendo, mi alma, mi cuerpo,
mis relaciones, mi amigos, a Tu cuidado;
Vela por nosotros, mantennos, guíanos,
dirígenos, santifícanos, bendícenos.
Inclina mi corazón a Tus caminos;
moldéame totalmente a la imagen de Jesús,
como un alfarero da forma a la arcilla;
Que mis labios sean
como un instrumento bien afinado
para que proclamen tus alabanzas;
me vean viviendo por tu Espíritu,
dejando el mundo bajo los pies,
renunciando a vanidades ilusorias,
transformado por una mente renovada,
vestidos con toda la armadura de Dios,
que brilla como una luz nunca atenuada,
mostrando santidad en todo lo que hago.
Que ningún mal esté hoy en mis pensamientos,
en mis palabras, en mis manos, en mis acciones.
¿Puedo viajar por caminos lodosos,
con una vida pura sin manchas ni arrugas?
Así, de esta manera,
Contigo guiando todos mis actos,
Podre salir de todas las aflicciones
por las que
atravieso.
Ayúdame Señor a superarlas.
Se mi guía para que yo pueda ver
los caminos
adecuados,
muéstramelos Señor.
Abre los caminos para mí y los míos,
para procurarnos sustento y bienestar diario.
Ábrenos las puertas a un trabajo digno,
honestamente remunerado,
dónde reine la concordia
para bien de empresarios y trabajadores.
Que seamos gente paz, honesta y trabajadora,
Que encontremos bienestar,
Para poder luego repartirlo con los demás.
Gracias Señor por escuchar mi súplica.
Amén.