Oh, Santísima y venerada Madre, Madre Inmaculada,
Nuestra Señora de la Luz:
Postrado a tus pies suplico tu clemencia.
Oh Señora mía, suplícote me admitas
como el más ínfimo de tus devotos,
bajo el manto de tu patrocinio al cual me acojo
y en el seno de tu maternal amor me entrego
para que tengas a bien iluminarme en mente y corazón
para escoger el buen camino.
Señora Madre mía benignísima figura de amor
que derramas tu luz beneficiosa para bien
de quienes te rodeamos y convertir esta luz en amor,
armonía, paz y gloria de Dios.
Te pido humildemente que me ilumines
para resolver la aflicción que me acongoja:
(se formula la petición)
Espero que en medio de tu inmensa piedad
te sirvas ver con ojos misericordiosos esta plegaria
hecha con fe y la esperanza puesta en tí,
oh Madre del Divino Verbo,
en quién confío y que por tu intersección y amparo
pueda alcanzar la mejor solución de mis angustias.
En el nombre del Padre + del Hijo +
y del Espíritu Santo +
Por los siglos de los siglos.
Amén.