Oh Soberana Reina de los Ángeles,
Madre amorosísima
que te dignaste escoger a
nuestra amada Patria
para que fuera el trono de tus misericordias,
te damos
gracias
por los innumerables beneficios recibidos
de tu intercesión poderosa
y
te suplicamos que nos protejas
en todos los momentos de nuestra vida,
sobre todo
cuando nos aflijan las preocupaciones;
a esa hora, Oh Virgen y Madre de Dios,
haz valer tus prerrogativas de Reina y de Madre
ante la Santísima Trinidad;
socórrenos desde el cielo con amor de Madre
y con esplendidez de Reina.
Vela por
nuestra amada patria,
Oh Reina Soberana de los Ángeles
y sálvala por amor a
Cristo, Nuestro Rey y Señor.
AMEN