martes, 2 de octubre de 2012

ORACIÓN BENDICIÓN DE AGRADECIMIENTO DE UN ANCIANO

 
 
 
Felices los que,
al encontrarme, me sonrien,
y me regalan un minuto de su tiempo.
 
Felices los que no me dicen nunca:
¡Esa historia la contaste ya mil veces!
 
Felices los que me prestan un servicio,
sin que yo tenga que pedírselo.
 
Felices quienes advierten,
que mi vista se nubla
y son lentos mis reflejos.
 
Felices lo que saben hacerme revivir,
evocándolos, mis mas bellos recuerdos.
 
Felices los que escuchan sin molestias,
cuando mi oido es tardo para so.
 
Felices los que me conservan a su lado
y recuerdan que sigo estando vivo,
que me han amado como siempre,
y que alguien todavía piensa en mi.
 
Felices los que respetan todavía
estos pies y estas manos casi muertos.
 
Feliz tú, muchachito,
que esta mañana no me gritaste: ¡viejo!
 
Felices quienes llaman a mi puerta
en la soledad de la residencia o del asilo.
 
Feliz tú, hermano, amigo, hombre,
que por el cumpleaños me traes flores.
 
Felices todos los que
desde el oriente de la vida,
nos mándais aunque solo sea un saludo,
a quienes andamos ya pisando,
con ansiedades, la otra orilla;
Los que hacéis por entender y hasta enviáis
un gesto de piedad... ¡y acaso un beso!



Autor: Antonio Alonso
Bienaventuranzas del atardecer.
Ediciones Paulinas.



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