DAME, Dios mío, mano firme y mirada vigilante
para que a mi paso no cause daño a nadie.
para que a mi paso no cause daño a nadie.
A TI, SEÑOR, que das la vida y la conservas,
suplico humildemente guardes hoy la mía.
LIBRA, SEÑOR a quienes me acompañan de todo mal,
incendio o accidente.
ENSEÑAME a hacer uso de mis manos
para remedio de las necesidades ajenas.
HAZ, en fin, Señor, que no me arrastre
el vértigo de la velocidad
y que siga y termine felizmente mi camino.
TE LO PIDO SEÑOR,
por los méritos
de tu Santísimo Hijo Jesucristo,
de tu Santísimo Hijo Jesucristo,
Por su santísima sangre derramada,
Por el cáliz de su pasión,
y por la intercesión de la Virgen María.
y por la intercesión de la Virgen María.
Amén.