En nombre de nuestro Señor Jesucristo
renuncio a Satanás, a toda brujería o hechicería,
espiritismo o adivinación que haya practicado
o que haya mandado a hacer.
Por el poder de la Sangre de Cristo
y de su gloriosa Cruz, yo le arrebato a Satanás
toda autoridad, pacto o consagración,
o cualquier tipo de derecho que por estos pecados
tenga sobre mi mente, mi corazón, mi cuerpo,
mi alma, mi espíritu, mi familia, mi economía,
o cualquier otro poder que pueda tener
por los pecados de mis antepasados,
si ellos practicaron o recurrieron a estas artes.
Por último decreto que toda esta autoridad
que hoy le arrebato a Satanás en nombre de Jesucristo
sea quebrantada, aniquilada y destruida
en el nombre de Dios Padre Omnipotente,
en el nombre de Dios Hijo Redentor del mundo,
en el nombre de Dios Espíritu Santo Defensor,
y por el poder de atar y desatar
que tiene la Santa Madre Iglesia Católica,
por la intercesión de la gloriosísima siempre Virgen María
y mediante el ministerio de los santos Arcángeles
San Miguel, San Gabriel y San Rafael.
Amén.