Espíritu,
cuerpo y alma de
(decir
el nombre del hombre)
Ven,
porque yo te llamo,
yo
te sugestiono,
Yo
te domino…
Tranquilidad
no has de tener
hasta
que vengas rendido y humillado a mis pies.
Así
como prendo esta vela,
Así
quiero que penetre mi pensamiento
en el
centro de tu corazón,
para
que olvides a la mujer
con
quien ahora estas,
y
vengas a mí,
la
única dueña de tu corazón.
Por el poder que me
da
el sagrado
sacramento del matrimonio,
te ordeno que ceses
en tu infidelidad,
pues nuestros
vinculos han sido unidos por Dios,
y tu estas faltando
a tus promesas.
Imploro a la
Justicia Divina,
para que se haga
presente,
y si no cesas en
tus acciones ilicitas,
que sea ejecutada
sobre ti
con toda su fuerza
y poder.
En el mombre de
Dios Padre, del Hijo
y del Espiritu
Santo.
Amen.
Repite esta oración tres
veces.