Somos novios, Señor,
y nos queremos mucho.
Un buen día nos encontramos y nos reconocimos,
como si siempre nos hubiéramos buscado.
¡Qué experiencia maravillosa, para cada uno,
sentirse elegido, preferido,
sin saber muy bien por qué!.
Sentimos tu presencia, Señor,
y te damos las gracias
por haber hecho posible este amor.
Queremos tenerte
- para que seamos abiertos y sinceros;
- para que busquemos el bien y la alegría del otro.
-para que nos esforcemos en cambiar
- para que el deseo y la pasión
- para que juntos forjemos un ideal
Deseamos, Señor, que llegue el día
Haz que nuestro noviazgo
siempre presente entre nosotros:
- para que seamos abiertos y sinceros;
- para que busquemos el bien y la alegría del otro.
-para que nos esforcemos en cambiar
y ofrecernos cada uno lo mejor de sí mismo.
- para que el deseo y la pasión
no ahoguen nuestro amor sincero.
- para que juntos forjemos un ideal
para toda la vida y nos unamos un día
para alcanzarlo.
Deseamos, Señor, que llegue el día
en que sellemos para siempre nuestro amor
con el sacramento del matrimonio.
Haz que nuestro noviazgo
sea un camino de maduración
y que seamos conscientes del compromiso mutuo
que asumiremos en tu presencia.
Amén.