Oh amable Santa Clara,
tú que siguiendo las huellas de la virgen María,
fuiste madre del cuerpo místico de Cristo;
danos tu amor por la iglesia y por todos hermanos.
Tú, que con tus últimas palabras
has bendecido al Señor por haberte creado;
haz que comprendamos el gran don que es la vida.
Intercede para que en nuestras familias haya concordia, serenidad en el trabajo, alegría en el estar juntos;
haz que un día podamos reunirnos
para alabar y cantar eternamente contigo
la misericordia del Señor.
Amén