Gloriosa Princesa
Santa Eduvigis,
que pasaste por la tierra
socorriendo necesidades,
amparando
huérfanos,
ayudando doncellas abandonadas,
pagando deudas de los pobres
insolventes,
procurando vivienda a los necesitados.
Hoy acudo a ti como modelo
que imitar
en este ferviente amor al prójimo.
Enséñame la caridad.
En tus manos
pongo hoy
mis intenciones y necesidades
para que las presentes al señor
(Pídase
la gracia que se desea).
Como mi modelo y
protectora
quiero imitar su resignación a la voluntad divina.
Presenta al Señor
mis intenciones.
Oh gloriosa Santa Eduvigis,
abogada de los deudores,
de los
pobres desvalidos,
ruega por nosotros.
Así sea.