En el nombre de Dios Nuestro Padre,
de Jesucristo su Hijo, Nuestro Señor
y el Espíritu Santo,
saludamos a la Santa Madre Maria
y rendimos pleitesía al
Bienaventurado San Lázaro.
Con hambre y sed de
Justicia,
levantamos con amor fraternal,
nuestros corazones a Dios,
y damos
gracia a la Misericordia Divina,
por los Milagros y beneficios recibidos de
Dios,
por los méritos del Bienaventurado Lázaro.
Al traer nuestra ofrenda
rogamos a Dios con la intercesión de Lázaro,
que recibamos la gracia que
pedimos,
si es justa y necesaria.
(Hacer la petición)
Arrepentidos de nuestros
pecados
hacemos votos de enmienda.
Gracias, buen Jesús,
por habernos enseñado
la gran moral
e importante verdad sobre el Reino de Dios,
habiéndonos hablado
del Bienaventurado Lázaro el Pobre, recompensado por sus penas
en el seno de
los Bienaventurados.
Amén