Miguel, Miguel, Miguel,
Príncipe de los arcángeles,
de los corazones agradecidos de todos
brotan cantos de Alabanza.
Por tu Celestial Presencia
todos en la Tierra te adoran.
Dios que vienes del Sol
con todo lo que el nombre implica.
Miguel, Miguel, Miguel,
Miguel, Miguel, Miguel,
que los Ángeles de la Guarda
de tus legiones Celestiales vengan a liberar a todos.
Purifica, ilumina, manifiesta la gloria
de la perfección de la Luz que todos pueden Ser.
Jofiel y Chamuel,
Jofiel y Chamuel,
Gabriel y Rafael,
Uriel y Zadkiel
y poderosas Huestes de Luz.
Querubines y Serafines de los Reinos de Gloria
rasgad ahora el velo que ofusca nuestra visión humana.
Benditos Siete arcángeles,
Benditos Siete arcángeles,
pidiendo iluminación, invocamos vuestra presencia
en himnos de alabanzas a vosotros.
Mantenednos consagrados en el cumplimiento
del Plan de Dios para, con pureza,
ser vuestros ministros.