Gloriosa Santa Mónica,
modelo de madres.
Tu vida la admiramos en los vaivenes de tu hogar
y sobre todo, siguiendo a tu
hijo Agustín.
Supiste atraer a tu esposo hacia Dios
e igualmente a aquel hijo
que había perdido la fe.
Le seguías llamándole, orando, llorando…
Consíguenos
que comprendamos
el papel sagrado de las madres
y su influencia en el
hogar.
Confiamos nuestra familia a tu protección.
Amén