Oh! dulce y milagrosa Maria Lionza,
dechado de belleza y bondad, que con Guaicaipuro,
vigoroso, cacique, vencedor de cien batallas
y el cerebral y poderoso Negro Felipe,
formáis una trilogía de poderes sobrenaturales,
con la mayor devoción y anhelo os ruego calméis
mi existencia para que la vida me sea llevadera,
alejando de mi senda enemigos y envidiosos,
criminales y ladrones, tramposos y embaucadores
y en cambio me vea rodeado de mis amigos
desinteresados, bondadosos y altruistas
y consejeros acertados.
Amen
(repítase tres veces acompañándola de un Padre Nuestro.)