San Martín de Loba,
Padre de la providencia.
Dame santa limosna
como Dios se la dio a los pobres,
haz padre mío,
que cuanto negocio haga yo
se me venda y desaparezca comprado.
No me dejes quebrar ni perder en los negocios
ni en ninguna de mis necesidades.
Tráeme personas que me vengan a comprar y a pagar,
que todo cuanto yo haga o empiece tenga buen fin
y que corra en mí casa el oro y la plata
amando a Jesús a María y al patriarca San José.
San Martín de Loba
úntame de tus unguentos
úntame de tus aceites,
no me dejes morir sin los Santos Sacramentos
y así como le diste la limosna a aquel anciano
envíamela hoy más temprano,
préstame tu caballo para hacer mis diligencias,
préstame tu espada para vencer los obstáculos,
préstame tu manto para arroparme yo.
Bendito y alabado sea el Santísimo Sacramento del altar
y la Cruz en que murió.
Amén.
(Se rezan tres Padrenuestros
y tres Avemarías y Gloria)