Glorioso San
Jose de Cupertino,
conocedor como
nadie de las dificultades
que entrañan el estudio y los exámenes,
que superaste
siempre con ayuda de la Virgen,
a ti me encomiendo para superar mis
dificultades,
como lo han hecho hasta ahora
los que han acudido a ti.
Ilumina
mi inteligencia, para que sea capaz
de adquirir con facilidad la virtud y la
ciencia.
Asisteme en los momentos dificiles,
especialmente al final del curso
y
durante los exámenes.
Ayudame a ser constante en el cumplimiento
de mis
obligaciones para conseguir
un seguro y feliz exámen,
si Dios y la Virgen me
consideran merecedor de tal favor.
En ti pongo mis esperanzas,
seguro de gozar con tu benigna proteccion.
seguro de gozar con tu benigna proteccion.
Amen.